jueves, 19 de marzo de 2020

Tarea 3: Escritura

A modo de introducción, explicaré qué es la grafo-motricidad, según Labajo, I. (2019): “Es el control motor asociado a la grafía, que implica direccionalidad, tono muscular, coordinación visomotora y ubicación espacial.”
Teniendo en cuenta la definición anteriormente dada, tenemos que tener en cuenta las características del niño al que le tenemos que hacer la intervención: Este niño presenta un leve retraso en la caligrafía y está en segundo de primaria. Echando un vistazo al currículo, en segundo de primaria se estipula un requisito que es: “Cuida la presentación y la caligrafía”.

Intervención: ¿En qué nos tenemos que fijar?
Centrándonos en los aspectos de psicomotricidad gruesa, debemos centrarnos en la capacidad de inhibición motriz, el control neuroperceptivo-motriz, el control tónico (el general y el segmentario) y, por último, la independencia segmentaria y la de derecha e izquierda. Por otro lado, centrándonos en los aspectos de la psicomotricidad fina, debemos poner nuestras miras en el dominio de la mano (destrezas manual y digital), implantar en el niño hábitos correctos (correcta presión de la mano), la coordinación óculo-manual, los hábitos neuromotrices y, por último, tener en cuenta los movimientos oculares y la progresión izquierda-derecha.


Hábitos y posturas adecuados
Teniendo en cuenta el control postural, debemos tener en cuenta la adecuación de los elementos y materiales que tiene a su alrededor, es decir, la mesa y la silla. Debemos tener en cuenta que la altura de la mesa debe ser adecuada para este niño, así tendrá la espalda erguida cuando se apoye en el respaldo del asiento. Además, la mesa debe estar próxima a los codos cuando estos se flexionen. Por otro lado, los pies del niño han de tocar el suelo y el peso del cuerpo necesita situarse sobre el lado que NO escribe. Cuando el niño esté escribiendo, debe hacerlo apoyando el brazo y la muñeca sobre la mesa, cogiendo el lápiz de manera correcta (centrándonos en la colocación como en la presión que se ejerce en el proceso escritor). Todo lo anteriormente descrito sirve para que la espalda y la columna vertebral no se vean dañada, además, adoptar una buena postura a la hora de escribir resulta más hábil en el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura. Por otro lado, siguiendo todos estos consejos, este niño estará más capacitado para asimilar nuevos conceptos, ya que esta postura mantiene alerta su atención (no es una postura tan relajada como estar sentado en una cama)
Hay que hablar acerca del elemento con el que escribimos (lápiz, bolígrafo…). Se tiene que sujetar cerca de la punta, pero con cierta distancia para que se pueda ver lo que se escribe y se coge entre el dedo índice y el pulgar, se apoya sobre el corazón y este tipo de agarre se llama “pinza” o “trípode”. El dedo debe tener flexibilidad y facilidad de movimiento, pero necesita cierto tono muscular para ir formando líneas, letras, palabras, frases… La tarea de la mano libre será sujetar la hoja de forma que no se mueva, además de hacer por favorecer el equilibrio del cuerpo, además, la mano que escribe se debe mover de izquierda a derecha, siguiendo las directrices de la escritura de la lengua castellana, pero, si, por ejemplo, escribiéramos en árabe, deberíamos escribir de derecha a izquierda.
Motivación: La actividad que propongo para trabajar el control postural es jugar a las diferencias: dejaremos que el niño se siente y coja el lápiz como hace siempre. Le iremos dando las pautas, por ejemplo: “pon la espalda recta”, “apoya los pies en el suelo” … Entonces el niño deberá decirnos qué diferencias ve en su postura de antes y la de después. Esta actividad nos servirá para que el niño sepa las ventajas de lo que sucede cuando escribes usando una buena postura corporal.

Motivación: El papel del niño en todo el proceso.
Todo este proceso de intervención puede causar en el niño desmotivación y frustración debido a que se puede ver diferente a los demás. Es importante que le expliquemos que la forma en la que escribe no es solo para “aprobar exámenes”, sino que sirve para mucho más.
Poniendo un ejemplo de esto, la presentación, el orden y la limpieza en nuestros escritos sirven para que los demás se hagan una imagen mental de cómo somos. Si entregamos una carta ordenada, bien presentada y con una letra clara, hace que sea más fácil la lectura y, por lo tanto, podremos pensar que el autor de la misma será cuidadoso con su trabajo. Por el contrario, si entregamos una carta desordenada, sucia y con mala letra, los demás pueden pensar que somos descuidados con lo que hacemos.
Además, nuestra forma de escribir es nuestro “sello de identidad”, ya que los niños en los cursos de primaria cambian y evolucionan, se descubren a ellos mismos y tienden a diferenciarse de los demás. Por todo ello, la caligrafía evoluciona y se va haciendo más personal, dejando de lado la letra escolar o ligada y dándole un estilo propio.
Una buena forma de motivar a este niño en concreto es ir dándole ideas de modelos de letras para saber cuál le gusta e ir introduciéndole en ejercicios de repetición (copia) de esta caligrafía que le ha parecido llamativa (sin olvidar que, lo que queremos conseguir es que la caligrafía que adopte sea clara y legible tanto para él como para el resto). De esta manera, podremos mostrarle que, su manera de escribir, puede ser diferente al resto y le puede dar un plus de personalidad.


Motivación: La necesidad de una buena presentación.
Bien es sabido que las buenas presentaciones, la buena caligrafía y el aspecto del cuaderno es importante, pero debemos rechazar la idea de afear en público una tarea de un niño porque no cumplan estas características, ya que su motivación y autoestima pueden verse mermadas. Debemos desechar la idea de romper las hojas en público o de que repitan las tareas que ya han hecho. Son más efectivas las charlas y las reflexiones conjuntas, pero, si fuera preciso, estas reflexiones serán individuales. Por el contrario, rompiendo las hojas de este alumno y afeando su trabajo, conseguiremos que se desmotive y tema al proceso escritor, además de que se hará a la idea de que, cada vez que haga algo que no consideramos correcto, romperemos su tarea o le humillaremos públicamente.

Materiales que se usarán
Este alumno podrá usar lápices, pero, si quiere, podrá usar también bolígrafos de los que se borran para reducir al máximo la cantidad de tachones y, por ende, el número de repeticiones. De esta manera, la motivación del niño no se verá dañada. Los tipos de hojas que usaré para que el alumno mejore su caligrafía y orden serán:
  • Hojas de cuadros: Son las más completas porque delimitan las letras por arriba, por abajo y por los dos lados.
  • Hojas con pauta Montessori: Es un tipo de pauta caligráfica que tiene dos líneas básicas horizontales para las letras y dos líneas adicionales, inferior y superior, para delimitar los demás trazos. En esta pauta podemos observar el paralelismo con el método Montessori, siendo guía, pero sin interceder por él.
  • Hojas con líneas simples: Este recurso nos puede servir para que aprenda a escribir de manera recta en un folio.

Es aconsejable usar hojas de tamaño cuartilla o A5, ya que es un tamaño más pequeño que el folio común, pero, para este alumno, puede resultar más manejable. Por otro lado, es mejor opción usar hojas grapadas, ya que el tubo del encuadernado puede molestar a la hora de la escritura.
La tipografía de letra que usaré para hacer las pautas es muy importante ya que, debemos intentar que el alumno conozca varios estilos de escritura ya que, así, la práctica será más dinámica y conseguiré evitar que el niño escriba solamente de una forma. Dentro de estas tipografías se encuentran: Comic Sans, Massallera, Pipomayu…


Este es un tipo de copia que puede hacer (la he hecho usando la página web que he adjuntado anteriormente), basándome en los supuestos gustos del alumno en cuestión.

Proceso de trabajo
  • Primeramente, me centraré en corregir la postura del cuerpo y la manera en la que el niño coge el lápiz. Mi objetivo es ir de lo particular, como puede ser coger el lápiz o la postura corporal a lo general, que puede ser escribir un texto correctamente, enmendando sus errores.
  • Todos los días le daré una ficha al alumno y el tiempo que tendrá para llevarla a cabo serán 20 minutos. No me interesa que la haga entera, si no que la haga correctamente, por lo cual, le diré al estudiante que no hace falta que la haga entera si no le da tiempo, pero que se esfuerce en todo lo que haga. Por otro lado, la copia ha de ceñirse a sus gustos e intereses, o que, al menos, se cuente una historia en ella, para hacer, así, esta labor más entretenida e interesante. He descubierto una página donde se pueden hacer copias con la letra y la pauta que quieras.(http://www.mclibre.org/consultar/primaria/copia2/index.php?language=es_ES): 
  • Hay que encontrar un buen lugar para hacer la copia, evitando excesivos ruidos y distracciones. El objetivo de esto es mantener su atención.
  • El momento en el que se hace la copia también es importante, ya que debemos evitar que esté cansado, enfadado, triste… Esto hará que la concentración sea óptima y pueda dar lo mejor de sí mismo. 
  • Lo que motiva a los niños es una recompensa; si hace bien la tarea puede elegir un juego, por ejemplo.

  • En casa se puede hacer que el niño adquiera buena caligrafía involucrándole en tareas cotidianas como, por ejemplo, hacer la lista de la compra, que escriba sus invitaciones de cumpleaños...



Evaluación
Saber las sensaciones del niño es muy importante en la práctica docente, por lo que, a diario, le preguntaré cómo se siente con respecto a las copias. Le preguntaré si le están resultando fáciles, difíciles, además de poder resolverle las posibles dudas que se le presenten.
No debemos usar solamente un boli rojo para corregir porque el alumno pensará que todo lo que le resaltamos es incorrecto y su motivación se verá mermada. Todos los viernes, en un ratito, le daré las copias corregidas en verde y rojo. En verde irán aquellas palabras que ha escrito de manera “excelente” y en rojo aquellas que “necesita mejorar”. Con este sistema no solo verá sus errores, sino también sus progresos.
El viernes, habiendo visto previamente todas las copias de la semana, rellenaremos esta tabla con los criterios de evaluación que se marcan aquí. Usaré el rectángulo de “observaciones” para poner un comentario lo más positivo que pueda, evitando frases como “haces mal esto”, “no sabes hacer esto”, lo cambiaré por “me ha gustado mucho esto, aunque debes seguir trabajando esto otro”. Todo el material de la semana (las fichas y la evaluación) se irá metiendo en una carpeta para que el niño, y la familia si lo desea, pueda ver sus progresos.

ÍTEMS




Observaciones
Tamaño de la letra
Irregular
Grande
Pequeño
Adecuado

Inclinación
Irregular
Demasiada
Falta de inclinación
Adecuada

Trazos iniciales y finales
Irregulares
Cortos
Largos
Adecuados

Separación de las letras
Irregular
Muy juntas
Muy separadas
Adecuada

Separación de las palabras
Irregular
Muy juntas
Muy separadas
Adecuada

Alineación
Irregular
Sobresale por arriba
Sobresale por abajo
Adecuada

Legibilidad
Letra no legible
Letra legible

























No olvidemos que debemos observar el trabajo diario de este niño, no se trata de estar como espías, ni que se sienta incómodo, pero si, mientras ordenamos la clase (por ejemplo) y él hace la copia, podemos echar un ojo a lo que hace. Cada día anotaremos lo que vemos en un cuaderno de campo y rellenaremos la siguiente tabla:


1
2
3
4
5
Motivación: Disposición ante el trabajo, buena actitud…





Posición corporal: Se sienta con la espalda recta, toca con los pies el suelo…





Posición de la mano: Coge el elemento de escritura correctamente (haciendo la pinza)





Legibilidad: Hace una letra legible, ilegible, corrige sus errores…





Alineación: Respeta la pauta dada, no sobresale ni por arriba ni por abajo…






Quiero recalcar que, cuanta más información obtengamos con respecto a este alumno, más podremos ayudarle y más ajustadas serán las tareas que le mandemos. Por lo cual, he decidido hacer este tipo de evaluación tan exhaustiva, para ceñirnos en sus progresos y mejorar las tareas que le mandemos.

A modo de resumen, he de decir que, al igual que a leer se aprende leyendo, a escribir se aprende escribiendo. Al igual que debemos corregir algunas cosas cuando aprendemos a leer, debemos corregir algunas cosas cuando escribimos: “La práctica hace la perfección”.


Información obtenida de:


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