Todos sabemos
que la literatura es muy importante para los niños, y nosotros, como futuros
maestros que somos, tendremos la obligación de mantener el rincón de lectura,
ya no limpio, ordenado y acogedor, sino también actualizado.
Debemos tener
varios subgrupos en el rincón de lectura como, por ejemplo, el rincón de prosa,
de poesía, de cuentos folclóricos… Y así tendremos una biblioteca de aula
completa y variada.
También debemos
crear nosotros nuestros propios cuentos, tanto nosotros mismos como con los
niños. Para trabajar con los niños podríamos hacer “El libro en clase”, ya que
cada niño va haciendo su aportación sobre un mismo tema elegido previamente. Yo
he elaborado el cuento de la adivinanza, he utilizado cartulinas, grapas,
rotuladores de colores y un poco de tela de lazo.
Y así quedó mi portada.
Primera página |
Segunda página |
Tercera página |
Cuarta página |
Quinta página |
Nosotros, los
profesores, podemos hacer multitud de cuentos a partir de diversas técnicas.
Una de las más usadas en prosa es el binomio fantástico, creado por Gianni
Rodari, que es el que más les gusta a los niños, ya que es un texto absurdo,
creado a partir de dos palabras que nada tienen que ver entre ellas. Esta
técnica es la que he usado yo, combinando dos palabras (hombre y jirafa), y
también he creado un pueblo inexistente donde la gente no se daba cuenta de que
el hombre más alto era, en realidad, una jirafa. Lo he orientado para niños de
4-5 años, porque a los niños de corta edad les encanta lo absurdo.
El hombre rascacielos
Había una vez,
en un pueblo llamado Bajitikistan, llamaba la atención un hombre tan sumamente
alto que tocaba las hojas de los árboles con la cabeza, pero no solo las tocaba,
sino que también se las comía.
En Bajitikistan
toda la población tenía una característica en común: Que eran muy bajitos, no
pasaban del metro y medio.
Este hombre era
tan sumamente alto que alcanzaba a ver siete metros desde arriba, y siempre
gritaba:
-
¡Ala! ¡Qué buenas vistas!
En Bajitikistan,
ese hombre llamaba mucho la atención ya que, al tener las piernas más largas,
llegaba antes a los sitios, sí estaba buscando a alguien en medio de una
multitud, le encontraba en seguida… La gente se fascinaba de lo alto que era el
hombre, hasta que un día se dieron cuenta de que andaba a cuatro patas, de que
tenía manchas marrones y la piel amarilla… Pero también se percataron de que…
¡Comía hojas!
No era un hombre
lo que la gente veía día tras día, sino que era una jirafa parlanchina.
El texto
dramático puede ser creado a partir de uno que ya haya sido creado previamente.
Además, hay que formar el elenco de personajes y la obra tiene que ser fácil y
asequible para que los niños lo puedan representar sin problema. Yo he creado
una obra sin partir de nada, desde cero, titulada “La princesa Tessa y el peine
de plata fina”, orientada para niños más mayores de 5-6 años que tienen más capacidad de memorizar y de ponerse en el lugar del otro, es decir, interpretar un papel.
La princesa Tessa y el peine de
plata fina
NARRADOR: Una mañana cualquiera, la
princesa Tessa se levantó como todos los días, dio un bostecito de princesa,
que sonaba casi casi como un pajarillo. Más tarde, abrió las cortinas del
enorme ventanal de su habitación, y volvió a bostezar.
Se puso su
refajo, su vestido apompado y su lazo detrás de la espalda, pero cuando se fue
a peinar… No encontraba su cepillo.
Buscó y buscó y
nada encontró, arriba, abajo, en un lado, en otro… Removió todos los lugares de
su enorme castillo, pero nada, no encontraba su cepillo.
Así que fue
preguntando una a una a las personas del castillo. Fue a los establos a
preguntar a los cuidadores si habían visto su cepillo.
TESSA: Perdonad que interrumpa vuestras
labores, señores, pero he perdido mi peine de plata fina y querría preguntarles
si lo habíais visto.
CUIDADORES: No princesa, no lo hemos
visto, pero podemos dejarle el cepillo de los caballos.
TESSA: ¿El cepillo de los caballos? ¿Se
han vuelto locos? ¿Cómo me voy a peinar yo con eso? Da igual, seguiré buscando.
NARRADOR: Fue a la cocina en busca de
la cocinera Severa, para preguntarle si había visto su cepillo.
TESSA: Perdone, cocinera Severa, ¿ha
visto usted mi peine de plata fina? Es que no lo encuentro por ningún lado.
NARRADOR: La cocinera Severa, que de
severa no tenía nada, le contestó muy amablemente
COCINERA SEVERA: No, no lo he visto,
pero puedes usar mi gorro de cocina para apaciguar tu cabello.
TESSA: Pero ¡cómo me voy a poner yo su
gorro de cocina! ¡Qué voy a ir oliendo a acelgas por todo el castillo! Bueno,
da igual, déjelo, seguiré buscando.
NARRADOR: Se encaminó a ver a su madre,
la reina Martina, y la princesa Tessa, de muy mal humor le contó lo sucedido a
su madre.
TESSA: Mamá, no encuentro mi peine de
plata fina y mira, tengo el cabello enredado y no me lo puedo peinar. He
buscado por todo el castillo, he preguntado a los cuidadores de los establos y
a la cocinera Severa y nada, que no lo han visto.
REINA MARTINA (riéndose): Tessa, ¿no te acuerdas que te dije ayer que lo iba
necesitar yo hoy? El duque Luque celebra hoy su boda con la marquesa holandesa
y te lo pedí porque mi peine se rompió, ¿recuerdas?
TESSA (avergonzada): Ah, es verdad, ya no me acordaba, pero…
¿Ahora cómo me peino yo?
REINA MARTINA: Pasa a mi cuarto de baño
y te haré el peinado más bonito que nadie ha visto jamás, pero con tu peine de
plata fina, claro.
En conclusión, esta entrada ha sido la más placentera de hacer, ya que he disfrutado muchísimo elaborando e imaginando cuentos. Al principio sufrí lo que se conoce como "Síndrome del folio en blanco", pero a medida que iba apuntando palabras en un papel, se me iban ocurriendo cosas que poner y que hacer. Considero que tener imaginación para hacer relatos es clave en Educación Infantil, y que debemos mantener eso para, el día de mañana, ser buenos en el ámbito de contar cuentos.
Hola Paloma
ResponderEliminarMe ha gustado mucho leer tus creaciones, me parecen muy originales y divertidas. Se nota que has disfrutado creándolas, especialmente la dramática, que es la que más me ha gustado.
Quiero darte unos consejos para mejorar tu entrada. En primer lugar, creo que deberías poner títulos para separar los diferentes apartados, así resultaría más fácil de seguir la entrada. Por ejemplo, poner "Prosa", "Verso",..."Conclusión". Por otro lado, en la adivinanza no has puesto para que edad la has creado y estaría bien que lo centraras en algún curso. Y por último, en la creación en prosa la redacción de la primera línea me suena un poco raro, creo que deberías repasarlo.
Por lo demás, me parece que has hecho un buen trabajo. Sigue así.
Un saludo
Estupendo, Sandra.
EliminarPaloma, además de poner la edad del texto en verso, deberías ampliar un poco la conclusión (que es una mera valoración personal) e incluir la bibliografía (aunque solo sea la teoría y la guía de trabajo).
ResponderEliminarCon esos añadidos, la entrada será perfecta.